La visita del presidente del Consell a la catedral de Santiago en Año Santo lo libera de todos sus pecados. De hecho, según afirma el deán honorario de Compostela, si muriera y su alma tuviera que purgar lejos de Dios, la indulgencia plenaria ahora recibida le perdonaría todas sus deudas.Aunque su futuro judicial y político siga en el limbo, el alma de Francisco Camps ya ha quedado libre de pecado. Más exactamente: el presidente de la Generalitat ha recibido una indulgencia plenaria de la pena temporal que, como católico confeso, mantenía ante Dios por todos sus pecados.
Comentario, ¡Ah, ventajas que tienen los creyentes!
La oración, el último reducto de los tramposos (Lisa Simpson)
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