martes, 15 de marzo de 2016

Puerto Mediterráneo y el secuestro de la democracia

La línea que divide la democracia de otras formas de gobierno, a menudo es muy fina. 


Estos días lo hemos podido comprobar con el caso de Puerto Mediterráneo: Unos inversores extranjeros, quien sabe si con sede en algún paraíso fiscal y con unos fondos de inversión de los que nadie explica la procedencia, se presentan en Paterna como si fueran colonos británicos en el África del siglo XVIII y nos cambian espejitos mágicos por nuestro bien más preciado, nuestra tierra.
Arriba el antes y abajo el después de cómo convertirán
en una "zona verde" nuestra zona verde
Al igual que hicieran los pioneros del colonialismo británico, estos nuevos "descubridores" de cotas de negocio se reúnen con el jefe de la tribu al uso  a quien le ofrecen todas sus baratijas a cambio de que convenza a los indígenas locales de los beneficios de concederles nuestras tierras para que las arrasen de todo vestigio de naturaleza y las llenen de hormigón y donde hubo barrancos de vegetación autóctona y abundante, construyan lagos artificiales de orillas cementadas y vegetación artificial.
Para acabarnos de convencer de la bonanza de su proyecto estos nuevos explotadores de lo ajeno nos prometen traernos el tranvía a la puerta de "su" centro comercial. Como aquellos ferrocarriles que hacían las delicias de los nativos de las costas africanas y que sólo servían para llevar las mercancías que se extraían del interior a la costa. Ahora servirían para que los incautos nativos accedieran de una forma cómoda a las posesiones del  señor Sandford y Cia. Mientras, quedarían atrás reivindicaciones históricas sobre la necesidad que llegue el tranvía a otros barrios de Paterna. O que dicho medio de transporte comunique la periferia con el centro de nuestra localidad. ¿Que cara se les quedaría a todos aquellos nativos que llevan años exigiendo la mejora en la frecuencia del metro entre la Canyada y València si vieran construir dicho tranvía? Los Arereneres, Sandfords y compañía vienen a arreglar nuestra red de transporte ferroviario local y nosotros sin saberlo....
También nos ofrecen convertir el mal llamado "Paredon de España" lugar en el que fueron brutal y injustificadamente fusilados miles de nuestros indígenas por el régimen fascista de Franco en un parque temático arreglado, límpio y cementado. Un parque temático que hará las delicias de los visitantes cumpliendo escrupulosamente con la Ley de la Memoria Histórica disfrazando a los mártires republicanos de enanitos laborioso y al general Franco de pérfida bruja con nariz excesiva y berruga en la mejilla.
También arreglarán nuestro barranco de l'endolçà. Arrasándolo de árboles y vegetación para cementarlo plantar dos palmeras y un seto y devolvérnoslo com un maravilloso jardín linial.
El problema es que nuestro "líder" local parece ser que se está dejando impresionar por las baratijas de los descendientes de Laurence de Arabia.
¿Quien decide la política ferroviaria de este país?¿Quien tiene la potestad de decidir sobre el futuro de las tierras de estos indígenas paterneros? ¿Quien dejará en manos de los constructores de lo artificial ese pedazo de nuestra historia colectiva más dolorosa que es el paredón de España? ¿Quien explicará a nuestros nietos que vinieron uno señores de ultramar con espejitos mágicos y muchas promesas y nos arrasaron el terreno dejándonos miseria e hipotecando el futuro urbanístico de nuestro pueblo? 
Y sobre todo ¿Quien explicará a nuestros hijos y nietos que un día permitimos que uno señores con mucho dinero secuestraran nuestra democracia con la excusa del beneficio económico?

1 comentario:

  1. Muy instructivo.
    Fundamental su difusion para que los indigenas recuperemos nuestra dignidad.

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