El urbanista Vicent Torres da las claves de la inecesaria ejecución de la infraestructura en Paterna
Bajo la frase “dónde hay hormigón, hay comisión”, el urbanista experto en movilidad sostenible, Vicent Torres, explicó las claves del proyecto de la ampliación del by pass a su paso por Paterna. Ampliación que, por otra parte, “no necesita el municipio porque el volumen de tráfico no es tan grande como para requerirla, además de haber otras posibilidades que también permiten el transporte de mercancías”.
Sobre el mito de la necesidad de más infraestructuras viarias por el aumento del número de vehículos y del tráfico, Torres señaló que “precisamente es al revés: cada vez hay menos coches y el Ministerio de Fomento tiene estudios e informes que así lo dicen. Pero los intereses que se crean alrededor del hormigón son los que crean la necesidad virtual de todo lo contrario. De ahí que dónde hay hormigón, hay comisión”.
En la charla, que estuvo presentada por la portavoz local de Compromís per Paterna, Loles Ripoll, el urbanista Vicent Torres también incidió en el aspecto del aislamiento de los barrios periféricos de Paterna respecto del centro del municipio, “puesto que de hacerse la ampliación, lo que se conseguirá será poner más dificultades a la comunicación entre el exterior y el interior del pueblo. Y no olvidemos que, si se hace la ampliación, la tan esperada mejora de los accesos del polígono Fuente del Jarro tampoco existirá”.
Según Torres, “somos los que más carreteras, ferrocarriles y aeropuertos tenemos pero seguimos estando a la cola del modelo europeo. Hay que potenciar el ferrocarril como alternativa al transporte de mercancías por carretera, porque es la apuesta de Europa, porque es un modelo de transporte sostenible”.
Al acabar la charla se abrió un coloquio con el público asistente, que participó muy
activamente planteando las dudas alrededor de la ampliación del by pass. Loles Ripoll cerró el acto destacando que “el futuro pasa por el modelo europeo, por un transporte de mercancías que sea respetuoso con el medio ambiente. No queremos que Paterna se convierta en un embudo, concentrando el tráfico proveniente de la CV35 y el de la V30.
Un cuello de botella que producirá un grave impacto ambiental con consecuencias añadidas como la contaminación acústica, por todo el ruido de los vehículos en circulación por los 12 carriles; y también la contaminación del aire, ya que si hay más cantidad de vehículos circulando, las emisiones de CO2 aumentan en la misma proporción, así como las partículas en suspensión. Esperamos que el Ministerio se repiense el proyecto y apueste por invertir en un modelo de transporte sostenible”.