Una tortilla gigante |
“El alegato final de Agustí parecía escrito por un abogado para no hablar más de la cuenta”, señaló Javier Parra, quien durante su intervención recordó al alcalde la campaña de 2007 que le dio la alcaldía: “Qué tiempos aquellos los de 2007, ¿eh señor Agustí? Aquellos en los que este Salón de Plenos le recibía en su toma de posesión como alcalde al grito de “Agustí, Agustí”. ¡Qué tiempos eh! Ya nadie le dice guapo por la calle, ni le grita ¡Agustí, Agustí! en los plenos. Han pasado 7 años y lo ha hecho tan mal que cuando usted se vaya la gente va a poder decir que por fín ha hecho algo bien”.
Parra le recordó el acto en el que Agustí y Camps participaron en 2007 en Paterna, donde el alcalde confesó que Camps era “su maestro” y en el que se hizo una tortilla y un chorizo gigante para más de 1500 personas.
“¿Quién no recuerda aquella campaña, eh? Fue mejor que la boda de la hija de Vito Corleone”, señaló el portavoz de EU, quien recordó los 600.000 euros gastados en la campaña del PP de Paterna en 2007 y comparó a los populares con las obras de Calatrava.
Parra señaló que es hora de que Agustí explique por qué está en los papeles de la trama Gürtel, y destacó la gravedad de los hechos que se relatan en el Informe de la UDEF sobre la OFICINA Y EL SERVICIO DE INFORMACIÓN Y ATENCIÓN AL CIUDADANO DEL AYUNTAMIENTO DE PATERNA, que asegura que Agustí se reunió con las empresas de la trama para negociar pliegos de contratos para ser adjudicados a empresas de la trama.
“El alcalde dice que no se contrataron los servicios que ofreció el Bigotes porque eran demasiado caros, pero lo grave no es eso, sino que se se haya sentado a hablar los pliegos, lo que podría ser un flagrante delito”, señaló Parra, quien preguntó a Agustí que “si se dio cuenta de que los negocios que le estaban proponiendo no estaban claro, por qué no lo denunció ante la justicia”.
Parra recordó que la trama Gürtel “no era otra cosa que una red de financiación ilegal, para cobrar comisiones, pagar favores y para hacer trampas en las elecciones, lo que comúnmente se llama “robar”. Y eso fue lo que se hizo en muchos pueblos de España y especialmente del País Valenciano”.
“Señor Agustí, dice usted que Orange Market sólo se encargó de los actos de la campaña de Francisco Camps. ¿Fué entonces Orange Market quien pagó la tortilla gigante y el chorizo gigante? (habría sido muy propio, por cierto), ¿Fué Orange Market quien pagó el jamón? ¿quién pagó a Rosita Amores o a Malú?”, preguntó Parra.