Los usuarios se quejan de que los trenes circulan "llenos de forma inaceptable" a primera hora de la mañana y de la escasa oferta de servicio
La reducción de frecuencias en el servicio que ofrece Metrovalencia es un clásico que no falta a su cita ningún verano. Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) anunció el pasado 20 de junio la «modificación de servicios» y los nuevos «horarios intermedios», el eufemismo que utilizan para informar de que habrá menos trenes, y que se aplica «del 23 de junio al 12 de septiembre», según el comunicado que remitió la empresa.
FGV justifica esta medida en el hecho de que «en julio y agosto el número de viajeros que utiliza el metro y el tranvía desciende, respectivamente, entre un 20 y un 40 por ciento de media».
Unos argumentos que no convencen a los usuarios de la red de Metrovalencia que asisten con desesperación a la caída de frecuencias a pesar de que el julio sigue siendo un mes «lectivo» para el común de los mortales que usan el metro para ir a trabajar.
Así que los «horarios intermedios», como también los denomina la empresa ferroviaria, acaban con la paciencia del más pintado. «En verano, para ir a Llíria sólo tienes un tren cada 40 minutos. Cuando se inauguró la línea el siglo pasado había más frecuencias que en pleno siglo XXI», se lamenta un usuario de l'Eliana.
La drástica reducción de frecuencias comenzó a ejecutarse en 2012. Tras el expediente de regulación de empleo (ERE) aprobado en la empresa se volvieron a reducir las frecuencias en 2013. Sólo en en la Línea 1, por ejemplo, disminuyeron un 25% las circulaciones de trenes. Si antes pasaban cuatro trenes por hora, tras los recortes, se redujeron a tres por hora, por lo que el servicio que se ofrece es de un tren cada veinte minutos en las horas punta y de 35 a los 45 minutos, en las horas valle. En las estaciones más lejanas al centro de Valencia la frecuencia puede alcanzar un tren cada 60 minutos en horas valle.
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