Nueve años después, Lofer se sentaba esta semana en el banquillo de la Audiencia de Valencia junto a otros 17 militantes de FAS. Se le considera el contable y miembro de la cúpula de la organización ultra, la denominada Junta de Mandos.
El neonazi, de 34 años, ha dirigido hasta hace una semana un centro privado en Valencia que atiende a seis jóvenes de entre nueve y 17 años en riesgo de exclusión. Los menores están tutelados por la Consejería de Bienestar Social de la Generalitat Valenciana.
La institución sin ánimo de lucro tiene siete trabajadores y el pasado año se benefició de una subvención conjunta de 19 millones de euros que la administración de Alberto Fabra otorgó a una veintena de entidades.Lofer aterrizó en la asociación en 2008, cuando ya llevaba tres años imputado en el caso Panzer que investigó las entrañas de FAS.
La gerencia del centro descubrió el pasado ultra de su director tras ver su foto en un semanario en febrero de 2013 pero no le despidió por “carecer de fondos”, según una fuente.
elpaís
La gerencia del centro descubrió el pasado ultra de su director tras ver su foto en un semanario en febrero de 2013 pero no le despidió por “carecer de fondos”, según una fuente.
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