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Ni un euro para mejorar la red vial de Castelló, Valencia y Alicante. El Consejo de Ministros autorizó el pasado viernes 6 de junio la celebración de un total de siete contratos para la ejecución de operaciones de conservación y explotación en carreteras de Barcelona, Badajoz, Murcia, Pontevedra, Huesca y Teruel. El presupuesto global del plan sobrepasa los 123 millones de euros y afecta a un total de 26 vías diseminadas por las citadas seis provincias.
El plan aprobado el viernes llega tras varios años de recortes en los presupuestos para la mejora de las carreteras españolas. Situación que también ha alcanzado a la red vial valenciana. Así, un informe confeccionado por la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana (CCCV) confirma que un total de siete obras iniciadas por el Ministerio de Fomento desde el año 2008 se encuentran paralizadas o se realizan a un ritmo pausado ante la falta de financiación por parte del ejecutivo central.
Los contratistas apuntan que se trata de viales que deberían haberse inaugurado, como muy tarde, en 2012. Dos años después, los trabajos aún continúan. Y las estimaciones de finalización de las obras se suceden.
El proyecto más «veterano» es la ampliación a tres carriles de la carretera V-21, que se inició en 2008. Los problemas sufridos por Sedesa una de las firmas encargadas de los trabajos han ralentizado las tareas, que prevén finalizarse este año. La construcción del enlace de Portsaplaya es una de las acciones pendientes después de siete años.
La variante de la Font de la Figuera también es uno de los proyectos afectados. Las tareas ha
La ampliación del tercer carril en la A-3 también se encuentra a la expectativa. Fue la última adjudicación que salió a concurso en la Comunitat Valenciana, el 23 de septiembre de 2009, y se adjudicó el 8 de enero del año 2010.
Siete obras aún esperan. Y no hay nuevas mejoras programadas.
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