sábado, 1 de noviembre de 2014

Caso Laiex, la persistencia de los olores obliga al Instituto de La Canyada a suspender clases y alertar a los padres

El instituto más próximo a la fábrica, con el polígono Fuente del Jarro, al fondo. :: lp
  • El instituto más próximo a la fábrica, con el polígono Fuente del Jarro, al fondo. :: lp

    El instituto emitió el lunes una circular para que los alumnos que padecieran alguna molestia o dolencia lo notificaran al centro

    Los malos olores procedentes de una fábrica situada en el polígono Fuente del Jarro, que los vecinos aseguran les provocan picos, escozor de ojos y cefaleas, preocupan de forma especial en el Instituto de Educación Secundaria de  La Canyada, el centro educativo más próximo a dicha instalación y al polígono.

    Los fuertes olores que se producen a determinadas horas del día «han obligado a suspender algunas clases de gimnasia en el patio para que los alumnos no estuvieran respirando estas emisiones mientras hacían ejercicio», según explicó ayer a este diario uno de los padres afectados. El centro envió, además, el pasado lunes 27 de octubre una circular por correo a los progenitores para consultar si sus hijos habían manifestado «algún tipo de molestia, alergia, dolencia.... a la vuelta de la jornada escolar», ya que podía estar «relacionada con el intenso y molesto olor que desde media mañana hemos advertido desde el centro y que proviene del polígono».

    En el comunicado a los padres se informaba también que se había advertido de todo ello a la policía y que desde el mes de junio se están realizando «gestiones junto con un colectivo de vecinos denunciando y exigiendo se investigue si dichos olores afectan o pueden afectar a la salud».

    No es la primera vez que la instalación educativa, situada a unos 200 metros de esta
    empresa, alerta del problema. La dirección ya mostró meses atrás su preocupación por este tema enviando un escrito al Ayuntamiento. En el documento, remitido a la corporación el pasado 19 de mayo, los responsables alertaban de que «se detectan olores desagradables y molestos desde el polígono industrial» y solicitaban que se realizaran las comprobaciones necesarias para garantizar «que no existe riesgo para la salud del alumnado y personal docente».


    El caso es que sí se han hecho comprobaciones pero ninguna ha dado con el origen del problema. La última ha sido un estudio olfatométrico que la Conselleria de Medio Ambiente requirió a la fábrica denunciada. El estudio señala que la actividad que desarrolla la instalación, situada en el polígono Fuente del Jarro, es «compatible» con el uso residencial del entorno.

    Tampoco el informe que elaboró el Seprona de la Guardia Civil dio con el compuesto que, según los vecinos, les genera tantas molestias. La analítica de medida de la calidad del aire que elaboró el departamento de Química Analítica de la Universitat de València, a petición del ayuntamiento, tampoco arrojó datos «concluyentes».

    Sin resolver
    El asunto, en manos de la Fiscalía, no se resuelve. Los vecinos denunciaron que este mismo lunes los olores y las molestias persistían y así lo recalcaron durante la reunión de la junta de barrio de La Cañada por la tarde. La concejala María Villajos explicó que se está solicitando «todo lo que se le puede pedir a la empresa» y avanzó que el próximo viernes acudirá con los vecinos a la Dirección de Calidad Ambiental para volver a abordar la situación con los técnicos. Los vecinos afectados están «preocupados porque no sabemos lo que estamos respirando» y han anunciado movilizaciones, si los malos olores no cesan.

    En estos últimos meses, la fábrica afectada ha puesto en marcha diversas medidas «correctoras», como una «modificación sustancial de la Autorización Ambiental Integrada y ha sustituido «filtros por limpiadores de gases», según fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente.