Podemos irrumpe como tercera fuerza y frena a EU pero no a Compromís
El PSPV no se beneficia del descontento
La crisis económica, la corrupción, y la mala imagen que tienen los valencianos del Gobierno de Mariano Rajoy provocarían el desplome electoral del PP si las elecciones a la presidencia de la Generalitat se celebrasen hoy. Según un sondeo realizado por Metroscopia para EL PAÍS con motivo del 9 d’Octubre, Día de la Comunidad Valenciana, el mapa político sufriría un enorme vuelco respecto al resultado de los comicios de 2011, en los que el PP logró 55 escaños de 99 y obtuvo la tercera y más amplia mayoría absoluta de los casi 20 años que lleva gobernando en la Generalitat.
El PP, a pesar de seguir siendo la fuerza más votada con cerca de un 30% de los votos, pierde 20 de los 49 puntos y 23 escaños de los logrados en las últimas elecciones. Con 32 diputados, los populares se quedan a 18 escaños de la mayoría absoluta (50) y a 23 del resultado de 2011.
El tripartito sería posible pese a la entrada del partido de Pablo Iglesias
El sondeo, en consonancia con la evolución de los dos anteriores, muestra la emergencia de una amplia mayoría de izquierdas (el 62,5% de los votantes), aunque muy fragmentada en cuatro formaciones distintas. La principal novedad del mapa político es la irrupción de Podemos, que concurre por primera vez a unas elecciones autonómicas y que, sin tener definida ni la estructura de partido ni elegidos candidatos, obtiene el 15,3% de los votos y 17 diputados.
La entrada de Podemos tiene importantes consecuencias en el mapa político valenciano porque impide al PSPV-PSOE capitalizar la abrupta caída del PP, frena las buenas expectativas que los dos últimos sondeos otorgaban a Esquerra Unida del País Valencià (EUPV) y deja en la cuneta a Unión Progreso y Democracia (UPyD), que no alcanzaría el 5% de los votos emitidos, requisito necesario para lograr representación en las Cortes Valencianas. La única fuerza que resiste el envite de Podemos es Compromís, que mantiene sus expectativas y con un 13% de los votos pasa de los seis diputados actuales a 14, aunque queda por detrás de la formación de Pablo Iglesias.
Los socialistas de Ximo Puig recuperan dos puntos respecto al sondeo del año pasado pero se quedan todavía a dos puntos de los resultados que obtuvieron en 2011.
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