La formación felicita a los vecinos de la Canyada que le dieron a la regidora un ejemplo de participación ciudadana y la obligaron a recular paralizando las obras iniciadas
El portavoz municipal de Compromís en Paterna, Juanma Ramón, afirma que “la regidora de Obras, Marisa Ferre, quiere vestir de triunfo su fracaso en la gestión de la crisis de las obras de pluviales de la calle 133 de la Canyada. Un fracaso que no se puede esconder y que la única salida que tiene es que Marisa Ferre dimita, más cuando anoche volvió a recular y dijo a los vecinos que la calle 133 volvería a su estado inicial, sin las aceras que en su día costaron casi cinco millones de euros de las arcas públicas”.
Según explica Ramón, “es muy lamentable que una vez más los políticos del PP se escondan detrás de los técnicos y funcionarios para huir de su responsabilidad como gestores. Y así lo hizo Ferre anoche, que los gastó como escudos humanos ante la indignación vecinal, causada por la entrada de las máquinas de obra este fin de semana. Pero aun así los vecinos de la Canyada le dieron una lección de participación ciudadana a la regidora, obligándola a recular, paralizar las obras y comenzar un verdadero proceso de participación”.
“Pero el fracaso de la regidora va más allá porque los vecinos se quejaban de no conocer, ni querer después, el proyecto que ella había decidido y presentado. Esto le pasa, insistimos, por vetar los mecanismos de participación ciudadana de los que ni ella ni su partido quieren saber nada”.
“Si el PP no empezara la casa por el techo, no se vería inmerso en situaciones donde la paz social pende de un hilo. Marisa Ferre no tiene capacidad de reacción, sobre todo porque la reunión se tenía que haber hecho hace tiempo. Después de celebrar a primeros de julio una asamblea con más de un centenar de vecinos, Compromís presentó una moción para rechazar el canal a cielo abierto que pretendía hacer el Ayuntamiento en la calle Barranc del Rubio. La regidora anunció la creación de una mesa de trabajo donde ciudadanía, técnicos y políticos llegaran a un consenso. El problema es que Marisa Ferre ha estado evitando convocar la reunión, pero la presió vecinal ha podido más que ella”.
“Por todo esto, exigimos que la edila dimita, dada su incapacidad para reaccionar ante un grave problema de las personas que viven en la calle 133 y el Barranc del Rubio. Un problema que se veía venir y ante el cual la señora Ferre, teniente de alcalde desde mayo, conocedora de las voluntades de los vecinos y de la envergadura de los proyectos que estaban en marcha desde 2013, ha sido incapaz de iniciar un proceso de participación que hubiera evitado el conflicto y posterior recule”.
“En definitiva, todo sería más fácil si la participación ciudadana contara para el Partido Popular, hecho sobre el cual el equipo de gobierno tendría que reflexionar, porque estas idas y venidas están pagadas con el dinero de todos”, concluye Juanma Ramón.