sábado, 10 de agosto de 2013

Paterna pagó la defensa del exalcalde Borruey hace diez años

Desde el PSPV sostienen que este caso y el del actual primer edil, Lorenzo Agustí, del PP, son «completamente diferentes»

La decisión del equipo de gobierno de Paterna de pagar con dinero público la defensa del alcalde, Lorenzo Agustí, investigado por prevaricación, ha desatado la polémica en el municipio. Sin embargo, este caso cuenta con un precedente similar en la misma localidad, que ha servido a los populares para justificar la medida.

En 2001, el ejecutivo local, en manos de PSPV-L'Entesa, aprobó correr con los gastos de la defensa del entonces alcalde Francisco Borruey, ya fallecido. Borruey estaba siendo investigado por un presunto delito contra el medio ambiente (1). El coste de los servicios, encargados al abogado Vicente Grima, fue de 6.000 euros en concepto de «previsión de fondos por asistencia jurídica» y otros 8.642 en «honorarios». En total, 14.642 euros a cuenta de los ciudadanos de Paterna, que fueron abonados en 2005.

Desde el equipo de gobierno del municipio destacan que «nadie del PSOE ni de ningún otro partido tachó de inmoral que se contrataran dichos servicios», en referencia a las palabras del portavoz socialista en el ayuntamiento de Paterna y yerno de Borruey, Juan Antonio Sagredo, que el jueves que aseguró que Agustí «está rebasando todas las líneas de la ética y de la moral».

En declaraciones a LAS PROVINCIAS, Sagredo defendió ayer que el caso de Agustí y el de Borruey son «totalmente diferentes», ya que «fue algo que Borruey heredó del anterior alcalde y, aún así, fue absuelto por la juez». Asimismo, confirmó que el lunes se reunirá la ejecutiva del PSPV de Paterna para decidir si se personan en la causa contra Agustí.


(1).-nota de NiC:
inspeccionando un colector industrial
El asunto por el cual fue imputado el entonces alcalde, Francisco Borruey, en un gobierno de coalición PSPV-L'Entesa, fué por la grave contaminación que Fuente del Jarro producía en el rio Turia, ya que su alcantarillado vertía directamente y sin depurar sus aguas al Turia.

No fue, pues, a consecuencia de una decisión "directa" de Borruey, sino como resultado de una larga política de contaminación ambiental que la recién creada Fiscalía de Medio Ambiente intentó castigar ejemplarmente.

La rápida reacción de la Concejalía de Medio Ambiente creando la nueva depuradora urbana  e industrial y poniendo en marcha un durísmo plan de control de vertidos industriales solucionó el tema y finalmente el asunto quedó resuelto favorablemente. Aun hoy día Fuente del Jarro es un polígono modélico por cuanto sus tasa global de contaminación es inferior a la legalmente permitida.