ASÍ VE 'THE ECONOMIST' EL CASO BÁRCENAS
"Un chorizo es una salchicha picante española, que como mejor se acompaña es con un vaso de Rioja, aunque a veces se sirve en rodajas en un pastoso bocadillo o sandwich. Chorizo también es el argot para defraudador o ladrón".Así comienza el prestigioso semanario The Economist su crónica de este viernes sobre España, un país que ha vuelto a la primera plana de la prensa internacional por el caso Bárcenas. En su artículo, la revista destaca los "nervios" de Mariano Rajoy al dar explicaciones junto a una expectante Angela Merkel, esta semana en Berlín.
Aunque se trata de la primera sombra de duda sobre la limpieza de Rajoy, para el medio anglosajón "los españoles han perdido el respeto por sus políticos". Y se nota no sólo en el apoyo al PP, sino a otros partidos como el PSOE y CiU. Según el semanario, "los indignados tienen más razones que nunca para estarlo".
INVESTIGACIÓN INDEPENDIENTE
En un editorial, el semanario pide "una investigación pública independiente" para "restaurar la credibilidad de su Gobierno", ya que las explicaciones de Rajoy "no son suficientes". "No es un hábito en España, pero debería", remarca. "Los españoles tienen el derecho a saber si las empresas de la construcción que inflaron la burbuja inmobiliaria financiaron al PP y, si es así, qué hubo a cambio", añade.
"El problema al que se enfrenta España es que la gente que puede acabar con este caos es la gente que lo creó. Junto a una investigación, Rajoy debería comenzar conversaciones con las demás formaciones para reformar el sistema de partidos. De otro modo, él y sus adversarios tradicionales pueden ahogarse en una ola de populismo", concluye.
El PP publica un resumen de sus cuentas que no aclara la lista de Bárcenas
Las partidas son genéricas, no detallan pagos o ingresos y están pendientes del informe del Tribunal de Cuentas. Los gastos de personal crecieron un 22% entre 2008 y 2011Entre los ingresos figuran las subvenciones, que pasaron de los 94,7 millones en 2008 a los 120 millones en el ejercicio de 2011. Las partidas difundidas por el PP en lo que la dirección del partido califica de “compromiso con la transparencia ante todos los españoles” no permiten, sin embargo, una comparación con los datos incluidos en los papeles de Luis Bárcenas y, por tanto, identificar las coincidencias entre las cuentas oficiales y las notas publicadas en EL PAÍS ya confirmadas por varios afectados y en algunos casos por el partido.
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