voluntarios de Modepran ante el albergue |
El Ministerio de Administraciones Públicas decidirá entre los dos modelos concursantes
Una es una protectora registrada como asociación sin ánimo de lucro, llamada Modepran (Movimiento y Desarrollo por la Protección Animal). Presta el servicio desde 2010 —"de manera muy satisfactoria", según el Ayuntamiento— y reivindica haber convertido a Paterna en "un referente de protección animal". La otra, en principio ganadora del concurso, es la mercantil aragonesa Centro Técnico Veterinario SL (en adelante, CTV), que no se compromete a una política de sacrificio cero y cuyo principal accionista, el veterinario José Abarca, cuenta en su historial con una denuncia por maltrato del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), en 1998.
Amparo Requena es abogada animalista y vicepresidenta de Modepran —"en mi tiempo libre, como todos aquí", puntualiza—. Para ella, la diferencia entre las concursantes radica en la naturaleza de cada una: "Ellos son una empresa privada, que lo que busca es sacar beneficio, mientras que nosotros ponemos dinero de nuestro bolsillo para garantizar el bienestar de los perros".
Asegura que los voluntarios —hay alrededor de 80 regulares— pagan operaciones y van a echar horas con los animales. Modepran, que también es adjudicataria del Ayuntamiento de Valencia, organiza campañas de sensibilización sobre la problemática del abandono, visitas a asilos de ancianos y centros de día para discapacitados y hasta un programa de reeducación para jóvenes conflictivos. "No solo no van a poder hacer la misma labor que nosotros, sino que, sin voluntarios, no van a sacar a los perros, y sacrificarán a animales antes o después".
"Nosotros no vamos a sacrificar, eso me ofende", exclama al teléfono José Abarca, que prosigue: "Todo empezó cuando ganamos el concurso. Tenemos una larga trayectoria [llevan más de 21 años en el negocio], somos profesionales y, si ganamos algo, nos van a detestar. Han creado alarma social".
En el Ayuntamiento proclaman también que, "en virtud de la Ordenanza Municipal de Protección de Animales, el compromiso de la alcaldesa, Elena Martínez, es que solo se sacrifiquen los animales que, por motivos de salud, no sean viables. Esto no se verá afectado por un cambio en la gestión". Sin embargo, ordenanza que mencionan permite explícitamente el sacrificio de aquellos ejemplares "no identificados ni acogidos". El pliego de condiciones para la adjudicación tampoco lo prohíbe. Así las cosas, lo que queda es el compromiso de los concursantes. Y en el resumen firmado por el propio Consistorio paternero aparece, textualmente, que mientras que "Modepran NO contempla el sacrificio de animales", "la empresa Centro Técnico Veterinario SÍ lo contempla".
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Amparo Requena es abogada animalista y vicepresidenta de Modepran —"en mi tiempo libre, como todos aquí", puntualiza—. Para ella, la diferencia entre las concursantes radica en la naturaleza de cada una: "Ellos son una empresa privada, que lo que busca es sacar beneficio, mientras que nosotros ponemos dinero de nuestro bolsillo para garantizar el bienestar de los perros".
Asegura que los voluntarios —hay alrededor de 80 regulares— pagan operaciones y van a echar horas con los animales. Modepran, que también es adjudicataria del Ayuntamiento de Valencia, organiza campañas de sensibilización sobre la problemática del abandono, visitas a asilos de ancianos y centros de día para discapacitados y hasta un programa de reeducación para jóvenes conflictivos. "No solo no van a poder hacer la misma labor que nosotros, sino que, sin voluntarios, no van a sacar a los perros, y sacrificarán a animales antes o después".
"Nosotros no vamos a sacrificar, eso me ofende", exclama al teléfono José Abarca, que prosigue: "Todo empezó cuando ganamos el concurso. Tenemos una larga trayectoria [llevan más de 21 años en el negocio], somos profesionales y, si ganamos algo, nos van a detestar. Han creado alarma social".
En el Ayuntamiento proclaman también que, "en virtud de la Ordenanza Municipal de Protección de Animales, el compromiso de la alcaldesa, Elena Martínez, es que solo se sacrifiquen los animales que, por motivos de salud, no sean viables. Esto no se verá afectado por un cambio en la gestión". Sin embargo, ordenanza que mencionan permite explícitamente el sacrificio de aquellos ejemplares "no identificados ni acogidos". El pliego de condiciones para la adjudicación tampoco lo prohíbe. Así las cosas, lo que queda es el compromiso de los concursantes. Y en el resumen firmado por el propio Consistorio paternero aparece, textualmente, que mientras que "Modepran NO contempla el sacrificio de animales", "la empresa Centro Técnico Veterinario SÍ lo contempla".
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