jueves, 19 de noviembre de 2009

Compromís denuncia la política errática del Gobierno del PP en el tema del arbolado

Cada vez menos árboles en las calles de La Canyada

Foto: franja de cemento encima de la tierra, que reduce el espacio de alimentación del árbol

Exigimos que se cumpla la ordenanza de arbolado y que se planten árboles para dar sombra en verano

Hace algunos meses que se están reponiendo aceras de la Canyada. El equipo de gobierno no ha dado instrucciones para aumentar los alcorques existentes y así poder plantar árboles allí donde no existen. Porqué resulta que en La Canyada hay calles con la mitad de una acera con árboles y la otra mitad sin nada, o una casa con árboles en la acera y la casa siguiente sin un árbol. Cualquier visitante que no conoce el barrio se extraña de la anárquica distribución del arbolado que, por otra parte, va decreciendo día a día.

El gobierno municipal está desaprovechando la posibilidad de remediar una situación anómala y antiecológica. Numerosos estudios coinciden en afirmar que los árboles en las aceras dan sensación de frescor en verano y facilitan el tránsito de los peatones, que de esta manera caminan por la sombra. Precisamente en La Canyada no hay pisos que puedan dar un poco de sombra a los viandantes, y en verano no se puede caminar sin algún elemento que proteja del sol. Ahora que se están reponiendo las aceras y que pueden aumentar sus usuarios, será muy difícil que estos transiten por ellas en verano por el sofoco que supondrá caminar a pleno sol.

Foto: árbol al que se protegido con un cañizo para que las obras no le afecten

¿Por qué algunas aceras tienen árboles y otras no?
Esto se debe a que tradicionalmente los vecinos han pagado la urbanización de su casa y algunos se han plantado árboles y otros, no. Esta situación ha perdurado hasta ahora, e incluso en esta ocasión, los trabajadores de las empresas de reposición de aceras también preguntan a los vecinos si ponen o no alcorques, aunque ahora la repavimentación se paga con los impuestos de tod@s. Es comprensible que muchos vecinos y vecinas, teniendo que elegir entre barrer las hojas de los árboles durante todo el año o no hacerlo al no tener árboles, hayan elegido lo segundo, y aquí llegamos al nudo del problema: LOS VECINOS Y VECINAS PAGAN POR LA LIMPIEZA VIARIA CON SUS IMPUESTOS, y no tienen por qué barrer día tras día sus aceras.

Por esto, Compromís per Paterna consideramos que el Ayuntamiento tiene que aplicar la ordenanza del arbolado, según la cual en las aceras tiene que haber árboles.

Pero tiene que ser el gobierno municipal quien responsablemente decida poner en marcha una política coherente de arbolado en toda Paterna, y especialmente en La Canyada: árboles en todas las aceras, preferiblemente de hoja caduca y de raíces profundas para que las aceras sean duraderas. Y, eso sí, que los servicios de limpieza hagan su cometido, que para eso les pagamos.

Foto: acera en al que se ha eliminado arbol y el alcorque


La supervivencia de muchos de los árboles existentes no está garantizada
Adjuntamos unas fotos realizadas después de reponer una acera de La Canyada. Se puede observar como desechos del pavimento llenan completamente el alcorque, e incluso en una foto se puede ver una franja de cemento encima de la tierra, que reduce el espacio de alimentación del árbol. Esto no es una excepción. El Ayuntamiento tiene que exigir a las empresas adjudicatarias que acaben bien el trabajo respetando el arbolado existente.

Un triste ejemplo de lo que no tiene que pasar
En las dos primeras fotos observamos un árbol al que se protege con un cañizo para que las obras de urbanización no le afecten. Pero después, no se sabe por qué, lo han talado y han pavimentado el alcorque. Operaciones como esta se realizan continuamente en La Canyada.

Foto: acera con arboles


Aceras con y sin árboles
Se puede observar una misma acera con y sin árboles. Un desaguisado paisajístico.

Cristina Domingo

segun nota de prensa enviada por Compromis

2 comentarios:

  1. Tres comentarios muy rápidos (intentaré):
    1.El desinterés por poner árboles en las acearas, que dan sombra y frescor en verano es endémico en toda la Comunidad Valenciana. Parece mentira, pero aquí todavía no nos hemos dado cuenta de que los árboles no son un adorno sinó una necesidad vital.
    2. Me ha encantado el relato de esa situación berlanguiana o tal vez marxista (por los hermanos) del obrero preguntando al vecino, ¿Que va a ser? Pongame cuarto y mitad de alcorque y una farola. ¡Marchando! Queridos convecinos: Eso solo pasa en este terruño. Así no habrá convergencia ni con Europa ni con Aletas de la Frontera.
    3. Si bien es cierto que los vecinos de todo el término, los ciudadanos de toda España tienen derechos (a la limpieza de sus calles y aceras) y obligaciones (sus impuestos y contribuciones) y no pueden ser tratados discriminatoriamente. Esto no quiere decir que en condiciones distintas se puedan arbitrar contribuciones e impuestos distintos. Dicho de otra manera menos suave. Cuando uno elige una forma de vivir, en este caso en la ciudad reptante, que dicen de las urbanizaciones de unifamiliares de las periferias, lo hace con todas las implicaciones. Este tipo de urbanismo, es de común acuerdo hoy en día que es muy poco sostenible, y que incrementa el consumo de recursos de toda índole. Es normal, en los tiempos de las ecotasas, y de la preocupación por el mantenimiento del planeta, penalizar, o gravar suplementariamente este tipo de urbanismo, y este tipo de vida. Dicho muy crudo. Los que quieran vivir así tendrían que pagar más. No hay, en la declaración universal de los derechos humanos, nada referente a que todos tengamos derecho a vivir en una urbanización impecable pagando lo mismo que el resto de la plebe.
    Ya se, ya se que el IBI que pagan los vecinos de La Canyada es superior al que paga un piso en cualquier otro lado, pero en modo alguno equivale proporcionalmente a lo que cuesta mantener los servicios municipales en La Canyada. Solo digo que habría que hablar claro y debatir un punto medio.

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  2. Cuando uno se va a vivir al campo, cosa que pasó en La Cañada en sus inicios cuando aún no existian palabras como “residencial”, “urbanización” ni nada que se les pareciese, debe saber muy bien donde va. Digo esto, esperando que nadie salga con que me voy por la tangente ¿?, porque debido a esto muchos de los pinos que vieron crecer, o incluso plantaron, los primeros moradores de La Cañada, aquellos que entonces eran unos simples arbolitos, hoy son unos árboles enormes que, con todos los respetos que se merecen, se dedican a levantar aceras, asfaltados y demás construcciones humanas. Tengo claro que aquí, los intrusos somos nosotros, pero es el fruto de la civilización o como lo quieran llamar.
    Resulta que nos quejamos del mal estado de las aceras por las que no se puede pasear, de las calles por las que los coches van dando botes, y pedimos soluciones. La única solución, aunque no guste, es eliminar los árboles que provocan estos daños. ¡Si, ya se!, es una atrocidad talar un pino centenario, y reconozco que no me gusta, pero no encuentro otra mejor ¿Acaso ustedes la tienen? Pinos y progreso se llevan mal, y lo peor es que no hay remedio.
    La solución, por aportar soluciones y no caer en la facilidad de la queja gratuita, es pedir que planten árboles de menor talla y con un crecimiento radicular menor que el de los pinos. Pero teniendo claro que nunca se volverán a tener estos por sus dañinas consecuencias.

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