¡me estais jodiendo el futuro! |
El Consell que preside Alberto Fabra se ha aferrado al plan de pago a proveedores y al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) -eufemismo del rescate que tuvo que solicitar la Generalitat al Gobierno de Madrid-como el maná para salvar su crítica situación financiera e intentar, como prometió Fabra durante su discurso de Año Nuevo, ponerse al día en los impagos durante 2013. Esa inyección económica, sin embargo y a diferencia de lo que puede parecer, no es una aportación a fondo perdido. No es gratis. Son préstamos con el aval del Estado que le costarán a la Generalitat muchísimo dinero -como mínimo, cerca de 2.400 millones en intereses durante el periodo en vigencia- y que, encima, hipotecarán el margen de futuros gobiernos en tanto que al grueso de la amortización que tendrá que afrontar el Ejecutivo que salga de las urnas en los comicios autonómicos de 2015.
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