Así lo revelaron ayer en las Cortes Valencianas los diputados socialistas Cristina Moreno y Francesc Signes. Moreno anunció que, en un período que exige austeridad, su grupo tiene intención de detallar todos "los agujeros negros" en la gestión del Consell y Signes explicó que FGV es "un pozo sin fondo".
El diputado socialista cifró en 70 los directivos con que cuenta FGV además de los 17 altos directivos mencionados, para una plantilla que no alcanza los 2.000 empleados. Desde septiembre de 2003, cuando entró como gerente de la empresa Marisa Gracia, hasta julio de 2009 hubo un aumento de 53 puestos directivos contratados a dedo (43 en Valencia y 11 en Alicante).
Según Signes, empresas públicas del transporte tienen menos altos cargos. Así, el Metro de Madrid dispone de 18 altos directivos para una plantilla de 7.000 trabajadores; Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, de 13 para 1.700 empleados; Adif, de 10 para cerca de 15.000 empleados, y Renfe, de ocho para otros cerca de 15.000 trabajadores.
Dado que la deuda de FGV alcanzará los 1.129 millones este año y que los impagos, como ha destacado la Sindicatura de Comptes, caracterizan a la empresa, Signes calificó de "indecente" mantener esos cargos y sueldos.
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