El denominado 'plan Bankia' acabará de desmoronarse en apenas tres meses. Este es el plazo que tiene el Valencia si quiere salvar la recalificación de la ciudad deportiva que aceptó, de forma indirecta, el Ayuntamiento de Paterna en el pleno del pasado 20 de agosto. Este trámite burocrático, uno de los requisitos para impulsar el reinicio de las obras del nuevo estadio a través de la empresa Newcoval, elevaría ahora el valor de los terrenos de entrenamiento, que dejarían de ser rústicos. El problema es que el acuerdo aprobado por el Consistorio este verano tiene también fecha de caducidad, a final de año.Hace ahora prácticamente dos meses, el Ayuntamiento de Paterna aprobó, gracias a la mayoría absoluta del PP en el pleno, una base de programación del suelo donde se asienta la ciudad deportiva del Valencia. A efectos prácticos, esta figura solicitada por el propio club de Mestalla impulsaba un proyecto para ampliar el parque tecnológico sobre el suelo donde en la actualidad se asientan los campos de entrenamiento.
Paralelamente, en el planeamiento urbanístico de Paterna ya se dejó registrada la nueva calificación del suelo (de área deportiva a zona terciaria y para denominadas industrias blandas, como el resto del parque tecnológico), así como su volumetría y otros aspectos técnicos. Toda esta maniobra incluía dos cláusulas que la anularían en caso de incumplimiento.
Para empezar, el Ayuntamiento exigió que esa base de programación se llevase a cabo mediante un concurso público, tal y como marca la ley urbanística de la Comunitat (la LUV) para este tipo de proyectos. Esto implica que, en principio, Newcoval iba a impulsar la ampliación del parque tecnológico en el suelo de la ciudad deportiva. Sin embargo, si otra empresa puja y ofrece una alternativa más ventajosa para el Consistorio, éste debe adjudicarle la obra.
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