El vuelco electoral ya se evidenció en el estudio realizado por Metroscopia en octubre de 2012 y un año después se consolida en el estado de opinión de los valencianos.
El sondeo estima que el PP obtendría ahora 41 escaños, uno menos que en el estudio de hace un año y muy lejos de los 55 que ostenta en la actualidad y los 50 que otorgan la mayoría absoluta en las Cortes. Con un porcentaje de voto del 33,9% —muy similar al estimado por Metroscopia para el PP en el conjunto de España (34,1%)—, los populares valencianos caen tres décimas en intención de voto respecto al sondeo de hace un año y 15,4 puntos sobre el resultado electoral de 2011.
Una parte importante de los votos que pierde el PP de Alberto Fabra los recoge UPyD, el partido de Rosa Díez, y otra parte opta por recalar en la abstención. Aunque estas no son las únicas pérdidas que sufren los populares valencianos, porque parte del segmento de votantes que arrebataron en anteriores convocatorias electorales al PSPV-PSOE los abandona para decantarse por Esquerra Unida.
Los socialistas de Ximo Puig mejoran posiciones. Respecto al sondeo de hace un año, suben casi cuatro puntos en porcentaje de voto (23,6%) y recuperan dos escaños. Sin embargo, los 27 diputados asignados están todavía lejos de los 33 y del 28% de voto logrado en los comicios autonómicos de 2011 y de la intención de voto del 29% que tiene ahora el PSOE en el conjunto de España.
Las dos fuerzas que consolidan su crecimiento son Compromís y Esquerra Unida del País Valencià (EUPV), cada una de las cuales obtiene 13 escaños, que sumados a los 27 del PSPV otorgan la mayoría del Parlamento valenciano (53 parlamentarios) a la izquierda.
Compromis, que ahora tiene seis escaños, y EUPV, que tiene cinco, se benefician de una menor participación electoral y del descenso de los dos grandes partidos y duplican los porcentajes de voto obtenidos en las elecciones de 2011.
UPyD también se consolida como partido parlamentario, aunque la asignación de escaños realizada en 2012 le otorgó seis diputados, ahora la encuesta le atribuye cinco. La formación de Rosa Díez logra un porcentaje de voto del 6,9%, dos décimas menos que hace un año pero muy por encima de la barrera electoral del 5%.
En un clima de desafección hacia la política, alimentado por la crisis económica y la corrupción, el estudio de Metroscopia estima una participación electoral del 63,7%, casi ocho puntos menos que en las elecciones de 2011 (71,5%). La insatisfacción ciudadana también se traduce en una visión negativa de la labor que desempeñan los partidos políticos, que reciben más críticas que elogios.
La actuación del Gobierno que preside Alberto Fabra se percibe como mala o muy mala por el 71% de los valencianos, mientras que solo un 16% la consideran buena o muy buena.
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