Según la OMS, las personas que viven en grandes ciudades y con barrios industriales cerca son las que corren un mayor peligro de padecer cáncer de pulmón, porque las principales fuentes de contaminación del aire son el transporte, la generación de energía, las grandes chimeneas de las industrias y los sistemas de calefacción.
Pero la OMS matiza: cuanto más horas respiren las personas las partículas en suspensión y otros contaminantes que desechan al aire los coches y las fábricas, tienen mayor riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón.
Además, el aire contaminado también aumenta el riesgo de sufrir un cáncer de vejiga, según un estudio realizado por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer, un organismo que depende de la OMS.
La OMS decidió oficializar la clasificación de la contaminación del aire como cancerígena tras revisar los últimos escritos científicos y llegar a la conclusión de que la evidencia era abundante. Pero también hay soluciones, porque, según la OMS, hay maneras eficaces de reducir la contaminación del aire y este informe deberá enviar una señal a la comunidad internacional para que tome medidas sin más demora.
En 2010, el cáncer de pulmón provocado por la contaminación del aire causó la muerte de 223.000 personas en todo el mundo. España es, además, uno de los ocho países comunitarios con mayor contaminación atmosférica.
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