jueves, 3 de octubre de 2013

Del Tic Tac al tiqui-taca

figuración de la nueva guardería
La angustiosa situación que viven las familias de los 123 trabajadores del Instituto Tecnológico de la Construcción (Aidico), a los que esta empresa adeuda las cuatro últimas nóminas, se coló ayer en la inauguración por parte de la infanta Elena de la rompedora Escuela Infantil que ha creado la Fundación para la Innovación de la Infancia de la C. Valenciana (Fiicv) en el Parque Tecnológico de Paterna.

Esta fundación sin ánimo de lucro, propiedad al 50 % de Aidico y del Ayuntamiento de Paterna, nació en 2007 con el objetivo de no sólo crear una Escuela Infantil que permitiera conciliar la vida laboral y familiar de los trabajadores del Parque Tecnológico, si no también de impulsar un centro de investigación pedagógico sobre técnicas que potencien el deseo de aprender y la creatividad de los niños.

Aunque la fundación es independiente del Aidico, el presidente de la Fiicv es el director gerente del instituto tecnológico, Ramón Congost. El comité de empresa del Aidico, que asistió ayer a la inauguración de la «superguardería», intentó, sin éxito, trasmitir al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, la delicada situación de la plantilla del instituto tecnológico.

Los empleados del Aidico cobraron el lunes parte de la nómina de mayo y ayer mismo, coincidiendo con la llegada de la infanta, la mensualidad de junio. Aún así, todavía tienen pendiente de ingresar la paga extra de junio y los salarios de julio, agosto y septiembre. El instituto, tras dos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en 2012, ha pasado de contar con más de 190 trabajadores a quedarse en 123.

La Fiicv arrancó en 2007 con una subvención de 800.000 euros de la Generalitat. El centro de investigación y la Escuela Infantil, bautizada como TIC TAC siglas de Tecnologías de la Información y Comunicación y Técnicas de Aprendizaje Cooperativo, se enclavan en un innovador edificio de 3.000 m2 compuesto por cinco bloques cilíndricos que recrean el juego infantil de los cubos de colores. Esta construcción bioclimática ha supuesto una inversión de 6,5 millones de euros financiada por Bankia a través de un aval del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF).
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