viernes, 1 de noviembre de 2013

Condenado un cura valenciano por abusos sexuales a menores, la Iglesia continúa mirando hacia otro lado

El Arzobispado afirma que no conocía los abusos sexuales, antes de suspenderlo tras su detención

La Universidad Católica San Vicente, donde el pederasta impartía clases, se ha negado a comentar el asunto

El cura Pablo Ortega Aznar vivía entre niños. Oficiaba comuniones, era profesor de un colegio, daba clases particulares, asistía a campamentos. Este jueves, la justicia ha confirmado las sospechas que planeaban desde hace años sobre el sacerdote de la localidad valenciana de Carcaixent. Un juzgado de Alzira ha condenado al religioso a cinco años y medio de prisión por abusos sexuales y exhibición de pornografía a dos niños de 13 y 14 años, así como al pago de 58.000 euros de indemnización a las víctimas. Y considera responsable civil al Arzobispado de Valencia, que debió “vigilar y controlar” al pederasta.

El sacerdote, de 36 años, fue detenido en septiembre de 2010 tras la denuncia de los familiares de los niños. Los menores eran primos. Sufrieron abusos sexuales durante un año mientras recibían clases de repaso en la casa del cura, situada en la parroquia. Bajo el señuelo de ayudarles a hacer los deberes, el religioso les hizo tocamientos, les desnudó y sometió a humillaciones a sus víctimas sin llegar a la penetración. También exhibió películas pornográficas en su ordenador. Además, se sirvió de la confianza de la familia para no levantar sospechas. El pastor prometía siempre que sería la última vez.

El Arzobispado de Valencia se ha limitado este jueves a “respetar la sentencia”. Y se ha remitido a un comunicado de septiembre de 2010 que insistía en que al cura, que fue ordenado en 2001, se le inhabilitó para oficiar misas tras su detención. El Arzobispado ha negado tener información de la depravación sexual de su pastor antes de estallar el caso. Sin embargo, medios valencianos han asegurado que varios padres remitieron a la institución religiosa dos años antes quejas sobre el sacerdote.

EL PAÍS ha solicitado este jueves una reacción a la sentencia a la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir, donde el pederasta impartió clases, pero no ha obtenido respuesta.
elpaís