Mantener la Ley de Dependencia y los servicios sociales, gastar el triple en educación, poner en marcha hasta dos planes de empleo juvenil o cumplir estrictamente con el objetivo de déficit impuesto por Bruselas. Todas estas y más acciones se podían haber puesto en marcha si el Estado no hubiera destinado en el último año 6.598 millones de euros al sostenimiento y promoción de la Iglesia católica.
Esta es la denuncia que han querido hacer pública las Juventudes Socialistas (JSE) con la puesta en marcha de una campaña con la que pretenden concienciar a sus mayores del PSOE de la necesidad de acabar con los privilegios de la mencionada confesión.
Los cálculos de la organización juvenil demuestran que si se tiene en cuenta el dinero que la Iglesia percibe directamente de las arcas públicas, en el año 2012 el clero español recibió casi 5.700 millones de euros. Pero si en la cifra final se incluye también la cuantía proveniente de las exenciones fiscales de las que goza la institución, principalmente la relacionada con el Impuesto de Bienes Inmuebles, se añadirían otros 900 millones, alcanzado esos casi 6.600 millones.
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