 |
| infografía NiC |
La ampliación del by pass a su paso por Paterna prevé la instalación de pantallas acústicas de hasta seis metros de altura y tramos de arbolado denso para salvar del ruido a la zona residencia de La Cañada y a cuatro centros educativos próximos a la infraestructura.
Así lo determina el Estudio Acústico del Estudio de Impacto Ambiental del proyecto presentado por el Ministerio de Fomento a los ayuntamientos afectados.
En el apéndice número 5 del citado documento se habla de dos opciones posibles en el trazado, denominadas técnicamente B1 y B2, y se explica cuál de las dos permitiría minimizar al máximo el impacto acústico de la ampliación en las zonas habitadas y educativas, consideradas las más sensibles. Este tramo sería el relativo a La Cañada, en cuya zona se ubican hasta cuatro centros educativos: el Colegio Santo Tomás de Aquino, Escuela 2, Colegio La Font y el Instituto de La Cañada (el documento indica que está en construcción, pero el centro abrió en 2009).
Zonas habitadas
La opción B1 sería la que prevé acometer la ampliación únicamente por el lado del polígono Fuente del Jarro, salvando la zona más cercana a las áreas «habitadas».
La opción B2 mantendría las calzadas laterales, a ambos lados de la plataforma existente actual. Los carriles se repartirían a ambos lados, pasando junto a La Cañada y junto a Fuente del Jarro. En el estudio acústico, tras reflejar diversas mediciones, tanto diurnas como nocturnas, y los refuerzos a aplicar a modo de pantallas acústicas y tramos verdes, se determina que existiría una mayor reducción de ruido en la alternativa B1. Al comparar las dos opciones se comprueba que la B2 «supone niveles sonoros superiores en dos edificaciones de uso docente de La Cañada».
En la alternativa B2 «se seguirían superando los valores límite en las cuatro edificaciones»
educativas, según se recalca en el documento. Lo que obligaría a realizar muchas más medidas correctoras. Este balance explica porqué se ha apostado por trasladar todos los carriles al lado del polígono Fuente del Jarro.
En los dos casos sería necesario aplicar medidas «correctoras», pero con mayor o menor efecto. La intervención prevista incluirá la colocación de pantallas acústicas de hasta seis metros (las actuales tienen cinco), obligará a instalar nuevas y a sumar otros mecanismos de refuerzo como pantallas verdes de «arbolado denso.
leer mas en lasprovincias
Así lo determina el Estudio Acústico del Estudio de Impacto Ambiental del proyecto presentado por el Ministerio de Fomento a los ayuntamientos afectados.
En el apéndice número 5 del citado documento se habla de dos opciones posibles en el trazado, denominadas técnicamente B1 y B2, y se explica cuál de las dos permitiría minimizar al máximo el impacto acústico de la ampliación en las zonas habitadas y educativas, consideradas las más sensibles. Este tramo sería el relativo a La Cañada, en cuya zona se ubican hasta cuatro centros educativos: el Colegio Santo Tomás de Aquino, Escuela 2, Colegio La Font y el Instituto de La Cañada (el documento indica que está en construcción, pero el centro abrió en 2009).
Zonas habitadas
La opción B1 sería la que prevé acometer la ampliación únicamente por el lado del polígono Fuente del Jarro, salvando la zona más cercana a las áreas «habitadas».
La opción B2 mantendría las calzadas laterales, a ambos lados de la plataforma existente actual. Los carriles se repartirían a ambos lados, pasando junto a La Cañada y junto a Fuente del Jarro. En el estudio acústico, tras reflejar diversas mediciones, tanto diurnas como nocturnas, y los refuerzos a aplicar a modo de pantallas acústicas y tramos verdes, se determina que existiría una mayor reducción de ruido en la alternativa B1. Al comparar las dos opciones se comprueba que la B2 «supone niveles sonoros superiores en dos edificaciones de uso docente de La Cañada».
En la alternativa B2 «se seguirían superando los valores límite en las cuatro edificaciones»
 |
| pantallas existentes |
En los dos casos sería necesario aplicar medidas «correctoras», pero con mayor o menor efecto. La intervención prevista incluirá la colocación de pantallas acústicas de hasta seis metros (las actuales tienen cinco), obligará a instalar nuevas y a sumar otros mecanismos de refuerzo como pantallas verdes de «arbolado denso.
leer mas en lasprovincias
