domingo, 6 de febrero de 2011

El PAI de Los Molinos, una ruina con incendios y robos

Las antiguas naves de 'Boquerones Levante' en Paterna arden por tercera vez
En los terrenos está prevista una urbanización 'con acabados de lujo'
Señalan a chatarreros y propietarios de chalés como culpables de los robos
Sobre el papel, con indicaciones y dibujos, el proyecto del Ayuntamiento de la localidad valenciana de Paterna en la zona de Los Molinos es indiscutible. Con bulla de cohetódromo, la SUMPA (Sociedad Urbanística Municipal de Paterna) anunció un plan para reurbanizar los terrenos del sur de la ciudad.
Sin embargo, ahora, un año después, desde un portal de enfrente se ve una extensión de tierra mucho mayor. Una inmensidad de nada que llega hasta donde la vista se cansa.

Además, a un lado de la parcela descansan las naves que hace tiempo ocupaba la empresa Boquerones Levante. Como si en aquel entonces envasaran el pescado con pólvora en vez de con salazón, el edificio arde cada poco.

Este viernes por la tarde fue la tercera vez que, desde dentro y por el techo, asomó una cabeza de fuego y humo guiñándole un ojo a los vecinos. "¿Otra vez lo mismo?", se preguntaba uno, sin querer demasiado saber la respuesta. "Estas naves las expropió el ayuntamiento para hacer la urbanización y ahí están, para tirarlas", comenta una vecina, propietaria del patio de metro y medio. "Se ve que se quedaron sin dinero y están las calles por asfaltar, las trapas de las alcantarillas se las han llevado casi todas... está todo perdido". Iban a tardar, en teoría, que es lo que ponía en el papel, un año en construir la urbanización, pero las actuaciones de la zona "llevan más de año y medio paralizadas".

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/02/05/valencia/1296930035.html

Donde iban "acabados de primera calidad" y "diseños exclusivos" hay agujeros, hierros oxidados y restos de materiales de construcción. "Como para que caiga un niño y se lastime, o pase algo peor", remataba otro vecino. Cuando parecía que el proyecto iba adelante, la empresa dejó algunos equipos de obra que, poco a poco, han ido desapareciendo.

 Para los residentes de Los Molinos hay un reparto del trabajo: los indigentes se encargan de desmontar la estructura de la nave para hacer chatarra y venderla; lo que aprovecha para los retoques de casa se lo lleva gente que está "construyendo chalés" no muy lejos de allí: "Se llevan los tubos de la luz en furgonetas".

"Es una tontería llamar a la Policía, porque pasa todo tan rápido que cuando llegan no hay nada que hacer", se lamentan los dueños desde cuyos balcones se ven las 'batidas'. Al fuego que sale por un caño abierto en el techo se han acostumbrado hasta los bomberos: "Acudimos porque tenemos que ir. Es más escandaloso de lo que parece, porque sale mucho humo".

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