El movimiento PAH vio, como después de la recogida de más de un millón y medio de firmas en su Iniciativa Legislativa Popular, y tras la aprobación por parte de todos los partidos políticos representados en las Cortes, excepto el PP, éste vetó la iniciativa, negando la dación en pago universal respondiendo, una vez más, a los intereses de la Banca en contra de los intereses de la población. Y también en contra del parecer de la gran mayoría de la población incluyendo la mayoría de sus votantes que apoyan tal medida.
Es de aplaudir que tal movimiento fuera al domicilio de aquellos políticos (lo que se llama escrache) que, con sus votos, han hecho posible tal insulto a la democracia, para denunciarlos y avergonzarles de su comportamiento. El argumento de que molestan a los familiares de los políticos muestra su propia insensibilidad frente al enorme daño hecho a familias enteras, incluyendo niños e infantes. Exigen respeto a ellos cuando sus propios actos muestran su carencia de mera sensibilidad humana a las víctimas de sus decisiones.
El linchamiento mediático a sus dirigentes, como Ada Colau, es parte de una estrategia de represión que es la respuesta del establishment político-mediático, autodefinido como democrático, frente a aquellos movimiento que exigen, con razón, cambios en el proceso de decisión no democrático que ocurre en las instituciones representativas. Martin Luther King (MLK) también fue linchado mediáticamente en EEUU, y perseguido por el Estado federal y el FBI (la policía federal).