sábado, 6 de abril de 2013

Un informe pedía renovar los trenes antes del accidente

Un informe de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) fechado el 15 de septiembre de 2005 y firmado por el entonces director adjunto de Explotación de la entidad, Vicente Contreras, advertía de la necesidad de "renovación" de las unidades de metro de la serie 3700, que prestaban servicio en la Línea 1 de Metrovalencia, donde un año después un accidente causó la muerte de 43 personas y heridas a 47.

La diputada de Compromís, Mónica Oltra, en un comunicado, ha remarcado que se trata del "tipo de convoy que tuvo el accidente de metro más grave de nuestra historia, sólo unos meses después, el 3 de julio de 2006". Además, ha apuntado que el informe se realizó "pocos días después de un accidente de metro el 9 de septiembre de 2005 a la altura de Picanya (Valencia)".

Oltra ha tenido acceso al documento interno de la empresa tras una visita a las instalaciones de FGV el pasado miércoles con motivo de una petición documental para recabar los informes técnicos de compra de material móvil a Vossloh, según han informado fuentes de la formación a Europa Press.

El escrito de FGV señala que los trenes de la serie 3700 -40 unidades- que actualmente --2005-- prestan servicio en la línea 1 de Metro Valencia, "empezaron a circular el año 1986, siendo su proyecto y diseño del año 1983, por lo que están muy próximos al final de su vida útil".
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"SE OCULTÓ INFORMACIÓN"
Según ha señalado Oltra "hay que tener en cuenta que este informe se elaboró pocos días después de un accidente de metro el 9 de septiembre de 2005 a la altura de Picanya (Valencia), que causó 35 heridos". Por lo tanto, ha señalado que la necesidad de renovar los trenes "estaba muy ligada a la siniestros que se producían en unos trenes con tecnología obsoleta, con grandes problemas de mantenimiento y muy próximos al final de su vida útil".

Para la diputada de Compromís, "este informe demuestra que se ocultó información a la comisión de investigación del accidente de metro del 3 de julio de 2006 --de las Corts Valencianes--, demuestra que los técnicos ya habían advertido de que los trenes no estaban en condiciones, que habían acabado su vida útil y que esto estaba provocando siniestralidad", ha remarcado.
Levante