El alcalde de Paterna, Lorenzo Agustí, ha logrado un histórico acuerdo con los responsables de las compañías Red Eléctrica e Iberdrola que permitirá soterrar las líneas de alta tensión que atraviesan el barrio de La Canyada a lo largo de la calle 238.
Se trata de un proyecto a tres años vista, que se ejecutará aprovechando las obras de reurbanización de esta calle. Este proyecto cuenta con un compromiso inicial de financiación de 4,2 millones del Plan Confianza de la Generalitat.
Francisco Raga, director de Iberdrola en la región Este y Maite Vela, delegada en la Comunidad Valenciana de REE han dado su aprobación al proyecto y se han comprometido a llevar a cabo el Estudio de Viabilidad, documento legalmente imprescindible para poder efectuar esta actuación.
Técnicos de las empresas eléctricas y del gabinete que está realizando el proyecto de urbanización se pondrán en contacto en los próximos días para diseñar conjuntamente las actuaciones necesarias, incluyendo la canalización de las redes y ubicación de las cámaras de empalme. Una vez finalizadas estas obras y estando operativa la nueva conexión de las líneas, se procedería al desmantelamiento de las torres.
Comentario, efectivamente se trata de un acuerdo importante que satisfacerá una reivindicación histórica de la AVV Plantío II, a través de la reurbanización de dicha calle, apodada "de los cables", donde los particulares y un importante colegio privado sufren el impacto de los campos electromagnéticos que genera ésta línea de alta tensión.
La decisión de soterrar las torres no ha sido consensuada con los vecinos.
ResponderEliminarEn la actualidad debería aplicarse el PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN y proceder al desvío de la línea de alta tensión, reivindicación en la que si coincidimos todos los vecinos: Sacarla fuera del núcleo urbano.
Seguro que existen dudas sobre los términos concretos del convenio, pero lo cierto es que el costo de una obra civil de esta envergadura, con parte probablemente a cargo de los propios ciudadanos, bien debería significar una mejora de la situación actual, y no sólo en lo referente a la estética de la calle.
Las torres deparecerán, pero no los cables, y reza el dicho "Ojos que no ven ... batacazo que te pegas...". El campo magnético quedará bajo nuestros pies y en nuestro suelo, nuestros jardines, nuestros árboles, … con una infraestructura que por sus características no es adecuada para zona urbana, … y no debemos conformarnos.
Con la línea soterrada, el campo magnético sería mayor y más contaminante, éste es el principal motivo para reclamar LA RETIRADA DE LA LÍNEA DE ALTA TENSIÓN, apelando al PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN: Por encontrarse en núcleo urbano, próxima a viviendas, a zona escolar, a un nuevo parque, y con superficie que habría que limpiar de toda vegetación, …
Si no se minimizan las emisiones, la pregunta evidentemente es en qué mejora esta opción a la actual, y si alguien es capaz de certificar la inocuidad del soterramiento y/o asumir responsabilidades por daños medioambientales o a la salud.