El informe de la comisión sobre denuncias de abusos sexuales por parte de religiosos en Bélgica, cuyas conclusiones fueron dadas a conocer hoy, revela que 13 de las víctimas terminaron suicidándose.
El documento, presentado por el psiquiatra infantil Peter Adriaenssens, afirma también que la comisión, que ha investigado los abusos cometidos en Bélgica desde la década de 1960 hasta mediados de los años ochenta, recibió al menos 475 denuncias por casos de pederastia.
Adriaenssens denunció las "presiones" y la ley del silencio que ha imperado durante décadas en el seno de la iglesia belga sobre los abusos.
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