Aunque no le guste,Sr. Rajoy, defenderemos otras políticas legítimamente en la calle, detrás de una pancarta, también el día 29
Esta semana, en el Pleno del Congreso, el diputado Joan Baldoví de Compromís-Q, en el Grupo Mixto, ha conseguido de nuevo sacar a relucir el Rajoy menos paciente, en el debate sobre el último Consejo Europeo.
Su intervención, la de Baldoví, fue sosa, pero desde aquello de “la pata del Cid” ya se sabe que no va a ser indiferente. Y Rajoy, esa es la verdad, le demuestra su desprecio siempre que tiene ocasión.
“Nos habla usted de que todas estas medidas son necesarias por la herencia recibida, como si el PP no hubiera gobernado en el País Valenciano o en ayuntamientos como Madrid y Valencia y no hubiera generado déficit. Ustedes son corresponsables también de ese déficit”, señaló Baldoví.
Pero yo creo que Rajoy explotó definitivamente cuando el diputado de Compromís defendió “la pancarta” como protesta. “Defenderemos otras políticas aquí en el Parlamento. También, aunque no le guste, legítimamente en la calle, detrás de una pancarta. También el día 29, pro nuestra dignidad, por la dignidad de las personas”.
Y Rajoy lo machacó desde la tribuna: “Al señor representante de Compromís, realmente no tengo nada que decirle: todo está mal, Europa, España, el mundo... Todo lo hacemos mal, todas nuestras recetas son equivocadas, el único listo que hay aquí es usted, así que, si tiene a bien ayudarme, yo se lo agradezco...”
Baldoví sonrió y se quitó la chaqueta, seguramente acalorado de nuevo por la respuesta del presidente del Gobierno. La izquierda salió rápidamente en su defensa. Pero ya era tarde. Rajoy recomendó sentido del humor, espíritu deportivo, tolerancia y democracia. No vendría mal buenas dosis de eso a todos en este Parlamento.
Mariano Calleja, ABC
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