La calle 133 en su estrecha configuración anterior |
Tras un periodo de tiempo en el que las obras se habían ralentizado por problemas de financiación, pese a que nunca llegaron a detenerse, la empresa responsable de la obra confirmó esta mañana que han entrado en su última fase de ejecución, procediendo a la última fase de asfaltado.
La obra, además de mejorar la circulación de vehículos, ha permitido dar
solución a los problemas de inundación en casos de lluvia torrencial acabando
con un problema histórico de los vecinos que tienen sus viviendas entre la calle
133 y el club social Peñacañada y que ven como sus sótanos se inundan con
frecuencia cuando se producen lluvias torrenciales.
Otra de las mejoras más
destacadas de la obra, realizada a instancias de los vecinos que tienen sus
viviendas frente a la carretera Pla del Pou, es la construcción de una barrera
acústica que permite mitigar el ruido procedente de la carretera. Además de la
infraestructura que ya esta colocada al 90%, se va a crear un carril bici con
una franja ajardinada que reduzca también el impacto visual. Otra de las mejoras
del proyecto presentado, es el asfaltado de una docena de calles para mejorar el
acceso al nuevo eje viario.
La obra, que tiene un presupuesto de 3,1 millones de euros a cargo del Plan
Confianza de la Generalitat Valenciana, ha supuesto la creación de 15.000 m2 de
pavimentado de aceras, 4.600 toneladas de asfaltado en calles, tres kilómetros
de carril bici y 135 nuevas luminarias. Se están resolviendo a través de
rotondas algunos tramos conflictivos por lo que respecta al tráfico,
especialmente en cruces de la calle 238.
Nota: queda pendiente la ejecución de la rotonda de conexión del nuevo eje viario entre la calle 238 con la carretera del Pla del Pou, en un punto en donde está prohibido girar a la izquierda, incluso para entrar en el nuevo y flamante eje alternativo de acceso al barrio y que hq sido objeto de insistentes críticas entre las entidades vecinales.
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