«La banda de Cornetas y Tambores se fundó en 1989, cuando la juventud aquí no tenía nada», cuenta Lara. «Había mucha delincuencia y droga, y mucha gente caía en el hoyo», recuerda el presidente, que sostiene que la aparición de la entidad, constituida como Asociación Unión Musical La Coma, fue, «para muchos, una alternativa a esa vida». Por esta razón consideran una «injusticia» que el consistorio les deje «de lado». «Antes nos daban 700 euros al año, pero desde 2012 no cobramos nada y estamos pasando apuros, hasta el punto que hemos tenido que abrir una barra para sacar algo de dinero», cuentan.
Según explica el presidente, lo que más molesta al colectivo es que «la concejala Elena Martínez haya incumplido la promesa que hizo antes de ganar las elecciones». Lara asegura que la dirigente, en una reunión con ocho integrantes de la banda, les prometió que daría «una ayuda de 30.000 euros para la compra de uniformes e instrumentos musicales». «Compraron nuestros votos», critican.
Fuentes del Ayuntamiento de Paterna preguntadas al respecto negaron haber realizado esta promesa. «No se prometió ninguna cantidad exacta. Se les dijo que se les apoyaría, pero la situación económica obligó al ayuntamiento a reducir las subvenciones a todas las entidades culturales del municipio».
Disputas aparte, la batalla diaria de los intérpretes es la falta de medios. «Muchos de los viejos componentes de la banda dejan de venir a algunos ensayos para que los nuevos puedan tocar sus instrumentos», lamenta Francisco Cañado, responsable del helicón, «el instrumento más característico de la banda», presume. «Ayer mismo vinieron tres chicas por primera vez y se tuvieron que quedar mirando», añade Lara, que insiste en que los integrantes «son gente de bajo poder adquisitivo que no puede comprarse un instrumento».