Centenares de personas participan en el homenaje al joven saharaui que perdió la vida el pasado viernes al ser arrollado por un metro.

No faltaron las palabras de sus padres adoptivos quienes vieron crecer al joven como si de un hijo de sangre se tratase. Amigos y personas que han luchado con y por el pueblo Saharaui también acudieron y leyeron su particular discurso y finalmente un video, un recuerdo audiovisual que hizo saltar las lágrimas de todo aquel que acudió a la despedida del joven. No han faltado amigos de la familia y compañeros de trabajo que se han querido volcar en lo que es una lucha por perder un hijo.
Con tan solo 17 años, el joven Banna se encontraba cruzando por un paso a nivel con las
barreras bajadas mientras escuchaba música con los auriculares puestos e iba manteniendo una conversación con un amigo mediante la aplicación WhatsApp, lo que hizo que no se percatara de la aproximación del metro que le arrolló y le lanzó varios metros adelante lo que le llevó a perder una gran persona como Banna.
Banna vivía en Paterna desde hace diez años con sus padres adoptivos José Luis Rodrigo y la profesora de educación secundaria Concha Franco, quienes le cuidaron desde que llegó a España donde se le detectó una enfermedad que le obligó a quedarse en España dado que en su país no se iba a poder curar.
Resumen de PaternaAhora