viernes, 30 de mayo de 2014

Mientras el Atuntamiento pide a la Generalitat 11 viviendas, más de 400 familias esperan una vivienda social

La lentitud de las instituciones ha provocado un aumento de la ocupación ilegal en pisos de La Coma y en las viviendas de la antigua colonia militar

La demanda de pisos sociales ha generado una larga lista en Paterna. Más de 400 familias, 416 en concreto, aguardan una vivienda desde hace años. La crisis se ha encargado de engordar el número de peticiones. El problema es que ni siquiera las viviendas vacías que hay en La Coma, unas 180, podrían albergar a la mitad de los solicitantes.

La necesidad y la falta de trabajo han hecho que las familias que aspiran a conseguir un piso de alquiler social sean cada vez más pero, por contra, el número de pisos ha ido menguando. Los robos y constantes asaltos han reducido el parque actual de viviendas en La Coma. El cierre de muchas las condenó al expolio. Otras se tuvieron que tapiar para evitar más destrozos.

«En una semana nos quedamos en la calle»
La mayoría de estos inmuebles, propiedad de la Generalitat, necesitan una ingente inversión
mujer exigiendo un piso en el pleno
que tampoco llega. Mientras, los vecinos, han reclamado en múltiples ocasiones la apertura de estas viviendas para dar «cobijo a familias que lo están pasando muy mal. Somos el único Barrio de Acción Preferente en el municipio, que tras siete años de crisis económica, se encuentra en una situación de extrema pobreza y frágil equilibrio social», según recalcó esta semana en el pleno la Asociación de Vecinos y Entidades del Barrio de La Coma.

Baremación
En cualquier caso, no todas las familias que han solicitado una vivienda social se encuentran «en la misma situación, hay distintos grados de necesidad. Para ello se tiene que realizar una baremación», explican fuentes municipales consultadas. Incluso, el tiempo que han estado esperando una vivienda puede haber cambiado sus circunstancias familiares y personales. Si bien, bastantes casos han ido irremediablemente a peor. Esta circunstancia es lo que ha provocado, en los últimos meses, el aumento de la ocupación ilegal en pisos de La Coma y en las viviendas de la antigua colonia militar, donde se han asentado una decena de familias.

El Ayuntamiento acaba de iniciar una primera fase de intervención para pedir a la Generalitat Valenciana la cesión de once viviendas de La Coma, tras realizar una inspección para detectar las que no necesiten una inversión demasiado elevada.