miércoles, 21 de mayo de 2014

Tras la Junta de Barrio de La Canyada agentes de la policía local vigilan el enclave natural desde la torre de vigilancia del Cerro de Terrerías

La Policía Local de Paterna patrulla desde este fin de semana por el bosque de La Vallesa. Siete nuevos agentes se irán incorporando a este dispositivo especial para blindar el enclave este verano, dada la elevada situación de riesgo que existe por la escasez de lluvias y ante el temor de que se produzcan incendios como el del sábado. El suceso ha obligado a adelantar todo el dispositivo de control y detección precoz que se iba a poner en marcha.

Desde hoy y por primera vez un agente de la Policía Local de Paterna vigila la zona natural desde la llamada torre de control del Cerro de las Terrerías, en busca de cualquier columna de humo. Estaba previsto que esta actividad se pusiera en marcha el uno de junio pero, dadas las circunstancias, se ha adelantado a hoy martes, 20 de mayo.

Otra novedad es quién vigilará desde ese punto. Hasta la fecha el Ayuntamiento contrataba cada año un servicio específico de control para la torre pero este verano será el propio cuerpo policial el que se encargue de esta tarea, por turnos y en horario de nueve de la mañana a nueve de la noche.

Así que, para reforzar la vigilancia, el Consistorio «ha decidido utilizar medios propios». El alcalde de Paterna, Lorenzo Agustí, ya señaló la semana pasada que se había tomado esta decisión debido a que «al margen de cómo nos organicemos administrativamente, el bosque de La Vallesa no puede quedar bajo ningún concepto sin la adecuada vigilancia».

Los informes de los técnicos de Medio Ambiente advierten que «nos encontramos ante un año hidrológico de sequía que está sufriendo la cuenca de Turia y los efectos derivados de la misma que están afectando a las masas boscosas incrementa el riesgo de incendio».

Por ello, ante los valores medioambientales que representa el bosque de La Vallesa, integrante del Parque Natural del Turia, y la proximidad del barrio de La Cañada, no se puede

«poner en riesgo no sólo un enclave de enorme valor medioambiental, sino también la seguridad de los vecinos y sus bienes materiales».

El fuego de este fin de semana ha acabado por reforzar esas tesis. De hecho, en los próximos días, la Corporación va a contactar con los municipios limítrofes de Manises, Ribarroja y l'Eliana para poner en marcha un dispositivo de control y seguridad conjunto.

Durante el incendio fue pasto de las llamas una vivienda situada junto al cauce del río que afectó a una familia de siete miembros, los Guzmán, conocidos chatarreros desde hace más de tres décadas.